Cansada de sentirse sola, Mora decidió introducirse en el
mundo de las redes sociales.
Al pasar los días, comenzó a interesarse en un chico cuyo
nombre era Alejo.
Hablaban día y noche.
Lo curioso era que él sabía todo sobre ella, mientras que, Alejo
mantenía su personalidad oculta.
Creía estar enamorada de un hombre maduro.
Comenzó a reprobar las evaluaciones escolares ya que no
dejaba de pensar en él.
Llega del colegio muy cansada y triste.
Sus padres habían invitado a cenar a sus amigos más íntimos.
Se aburre de la conversación de los adultos y se retira a su
habitación.
Golpean su puerta.
Era Salvador, el mejor amigo de su padre.
Le dice: Mora, ¿Le contaste a tus padres sobre lo nuestro?
Intentó besarla.
Impresionada, le pegó una cachetada y prometió nunca más
hablar con desconocidos.
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